Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://woodylrkk014189.blogitright.com/38804592/por-qué-zidane-reaccionó-así-en-su-último-partido